¡COOKIES! CÓMO BORRARLAS Y NAVEGAR DE FORMA ANÓNIMA

¿Alguna vez te has preguntado por qué los navegadores y plataformas digitales te ofrecen publicidad relacionada directamente con búsquedas que has hecho previamente? Si es así y piensas que vigilan tu actividad online estás en lo cierto.

Las cookies son registros de visita que almacenan los navegadores y el caché del dispositivo desde el que se navega. Antes de la entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos (UE) las páginas web recolectaban nuestros datos de navegación sin autorización; sin embargo, ahora todas las páginas web están obligadas a recabar nuestro consentimiento para el tratamiento de dichos datos.

Según la Agencia Española de Protección de Datos existen varios tipos de cookies. En función de la entidad gestora, podemos hablar de cookies propias o de terceros. Atendiendo a su finalidad se pueden clasificar en:

1. Cookies técnicas: permiten al usuario la navegación a través de la página web, plataforma o app y el uso de las diversas opciones o servicios de la misma.
2. Cookies de preferencia o personalización: permiten recordar la información para que el usuario acceda al servicio con determinadas características que diferencian su experiencia de navegación de la de otros usuarios
3. Cookies de análisis o medición: permiten al responsable el seguimiento y análisis del comportamiento de los usuarios en la página web. Sus fines son analíticos y estadísticos.
4. Cookies de publicidad comportamental: almacenan información del comportamiento de los usuarios obtenido a través de la observación continuada de sus hábitos de navegación. Los fines publicitarios a veces comprenden la cesión de dichos datos de navegación a terceros para mostrar al usuario contenido comercial adaptado a sus intereses de navegación.

Además, hay que tener en cuenta que no todas las cookies funcionan de forma indefinida, existen cookies de sesión que solo recaban y almacenan datos cuando el usuario accede a una web; pero también existen aquellas persistentes en que los datos siguen almacenados en el terminal y pueden ser accedidos y tratados con posterioridad al acceso.

Las cookies no son malas per se, su función más relevante es recordar accesos y permiten que nuestras sesiones sean recordadas sin necesidad de volver a introducir nuestras credenciales; pero también es cierto que cuanto más laxos seamos a la hora de aceptar cookies sin miramientos menos privacidad tendremos en nuestra navegación online.