SUPLANTACIÓN DE IDENTIDAD DE MENORES EN REDES SOCIALES

Las estadísticas de Cibercriminalidad del Ministerio del Interior nos recuerdan anualmente que el uso de internet por parte de los menores se produce cada vez a edades más tempranas. Si a ello se le suma que los jóvenes son proclives a la práctica de conductas de riesgo como la sobreexposición de contenido íntimo o de datos personales, el conocido oversharing, tenemos el caldo de cultivo perfecto para un incremento de la victimización de menores online.

El uso no autorizado de la imagen de una persona en la creación de perfiles falsos en redes sociales y otras plataformas de contacto online se castigaba hasta ahora con la misma pena tanto si la víctima de dicha suplantación era mayor, como si era menor de edad. No obstante, desde el pasado 3 de marzo se encuentra en vigor la nueva redacción de este tipo penal (operada por la LO 1/2023, de 28 de febrero) en que se ha incluido una agravante para los casos en que la víctima se trate de un menor o una persona con discapacidad, aplicándose la pena en su mitad superior.

Cabe recordar, y todo ello sin perjuicio de que es irrelevante para el juicio de tipicidad penal de la conducta anteriormente descrita, que para el acceso a plataformas digitales el usuario tiene que ostentar capacidad para consentir el tratamiento de sus datos personales. Los menores mayores de 14 años tienen reconocida capacidad para consentir el tratamiento de sus datos personales o aun siendo menores de dicha edad si cuentan con el consentimiento de sus tutores legales; no pudiendo consentir en ningún caso si las plataformas en que se traten sus datos exigen ser mayor de edad para el acceso.